Permanecer en el súbito hábito de estar adyacente a la figura de interminable gloria y pericia de aquella Mujer luz, que adorna con gran encanto los sabores-colores del día y la noche.
Me suscita con conciencia, caer percatado de los designios de la vida, de la inconcisa rutina que yace a la hora; y florece bienaventurada la sonrisa, rebosa de tonadas desde mi corazón para colmar de llano amor los minutos que comparto junto a tu Adorado Corazón.
Me suscita con conciencia, caer percatado de los designios de la vida, de la inconcisa rutina que yace a la hora; y florece bienaventurada la sonrisa, rebosa de tonadas desde mi corazón para colmar de llano amor los minutos que comparto junto a tu Adorado Corazón.
Te Adoro Damita.